15/11 - Había llovido tanto el día anterior a mi partida que el aeropuerto fue cerrado durante el día entero.
Las primeras noticias de la mañana fueron algo más alentadoras y aunque amaneciera también lluvioso, tenía que dirigirme al aeropuerto esperando que mi vuelo no sufriera ningún contratiempo y pudieran salir los aviones sin problemas.
Ya, como despedida, el "carota mayor" del pueblo casi no me dejaba partir sin que le diera algo, casi, casi, bajo una agotadora presión. Quería lo que fuera. Cualquier cosa.
Incluso hasta última hora me ha dejado muy mal recuerdo esta gente (los más jóvenes, evidentemente).
A las 9:30 de la mañana me costó muchísimo encontrar un lugar donde desayunar por lo que tendría que comer en la capital. Parecía que ese día nadie comiera fuera de su casa.
A las 11 subí a un coche que me iba a llevar a Port Antonio (100J$) para luego coger la guagua hacia Kingston (100J$). Tres horas de trayecto, lloviendo por momentos, y donde mi indiferencia al marchar se reflejaba en los empañados cristales de la guagua. En conclusión, no me llevé muy buena impresión de este país.
Desde la estación de H.W.Tree, otro bus local (12J$) me llevaría directamente al aeropuerto, donde todos los vuelos estaban saliendo a su hora.
Peace and Love Jamaica!
